San Pascualito Rey y su incomparable feeling.

CDMX 6 junio 2017| Cobertura por Ramsés Arredondo| Fotografías cortesía de Frecuency Media| Edición Leslye Arredondo.

Con un inicio expectado a las 8:15 y acercándose dicha hora, la audiencia fue aproximando sus seres cada vez más y más cerca hacia el escenario. Algunos entrados ya las bebidas platicando sobre los éxitos de la banda, algunos otros compartiendo el momento en las redes sociales, había incluso aquellos que asistieron solos al concierto, pero todos notoriamente felices de estar ahí. A la hora previamente dicha por el personal de la entrada y seguridad, apagaron las luces y quitaron la música de fondo, sólo de momento, porque volvieron a reproducirla, eso sí, con una luz en el centro del escenario. Pero no fue sino hasta las 8:33 que el vocalista y guitarrista Pascual Reyes, abordó el escenario de una forma muy tranquila, directo hacia su guitarra electroacústica, presionando play a su grabadora de cintas de antaño justo al lado, y empezando así el concierto con una canción carácterística " Caemos o Volamos " que solamente interpretó él.

Con una audiencia completamente entregada, acompañando al pie de la letra al solitario músico, la vibra en el ambiente se hacía notar, era bastante cálido. De una forma progresiva el concierto se fue intensificando, al termino de la segunda canción
" Aquí Estaré " se podía apreciar ya bien definida su base de fans, además de la presencia de un segundo músico, Juan el bajista.
Para entonces la conglomeración de seres hacia el escenario se había completado. Y la aparición del guitarrista Otaola  dio lugar con un breve saludo en forma de reverencia, procediendo a tocar una serie de acordes con el efecto necesario para simular Strings, dando
inicio a la tercer canción "  Lejos  ", los fans cantaban, coreaban e incluso aplaudían al tempo de la canción. Al término y sin más que agregar entre canciones, el resto de músicos, tecladista  y Luca, el baterista, se trasladaron directo a sus posiciones dando fin al progresivo avance de la intensidad, llevándola al máximo, haciendo gala de la ejecución de su cuarta canción   "Navegando" y ahora sí, encendiendo totalmente a su audiencia.

Cabe mencionar que para ese punto, la excelente acústica del recinto era imposible de ignorar, junto a los garrafales errores de ecualización en las frecuencias más bajas, opacando notablemente al resto, una lástima para los fans más acérrimos; algo insignificante para otros, no lo sé con seguridad. Algo que era posible medianamente corregir situándose en el lugar correcto pudo no ser un problema con la ecualización adecuada. A final de cuentas, de lo que sí estoy seguro es que en el momento no fue de gran influencia para la audiencia, que sin importar eso, continuó alegre, cantor y receptivo hacia la banda.
Una experiencia incomparable, fluida y memorable.