A dos del KnotFest 2017

A dos del KnotFest 2017

CDMX 9 noviembre 2017| Cobertura por Leslye Arredondo y Rodrigo Olivares| Galerías fotográficas por Rodrigo Olivares| Reseña por Leslye Arredondo.

La tercera edición del KnotFest traía de por si, una carga distinta a los anteriores. Al ser revelada la ausencia de Slipknot del cartel y la acertadísima elección de A Perfect Circle como headliners, la expectativa generada nos puso en graves aprietos para decidir con quién íbamos a rockear el 28 de octubre: si con el guapo melón regiomontano (NorthSide) Incubus, Dokken, el dobleteo de Deftones y algunas otros que ofrecieron conciertos por separado en Guadalajara y CDMX –In Flames, Kreator, Tarja– o con la jugosa sandía toluqueña y su respectiva semillita incomoda –Bullet For My Valentine– que más bien dan ganas de escupir con apuro para darle otra buena mordida –Korn, Stone Sour, Antrhax– y agregarle chilito y limón –Children of Bodom, Hatebreed, Canibal Corpse–.

Nos decidimos por el exótico menú del Knot, que este año estuvo a reventar de morros que no tenían ni idea de lo que iban a ver. Aunque el line up tenía para todos los gustos, lo cierto es que BFV jaló mucha chaviza y fue bueno ya que los chicos sí se dieron sus buenos quemones al presenciar shows de gran nivel. Lo cierto, es que todos nos la  pasamos increíble a pesar de los típicos problemas de audio y la terrible experiencia de ir al baño colectivo, que aparte de todo, era unisex.

Para ya no hacerla de emoción, aquí les va lo bueno, lo malo y lo feo del KnotFest 2017.

LO BUENO

Impresionante, cautivador, fuera de serie, intimo, espectacularmente ambientado iluminación, efectos visuales y con ecualización magistral, fue la ansiada presentación de A Perfect Circle en el Tecate Stage. La verdad, muchos agradecimos que la mitad de la audiencia saliera volando cuando acabó de tocar Korn, porque la experiencia se prestaba para una inmersión emocional provocada por el increíble trip musical de estos grandes virtuosos, más que para el desmadre habitual de un concierto de rock. Si, se vivió una explosión pero hacia adentro; caras de incredulidad en éxtasis total, lagrimas, gritos que se escapaban de la garganta en los momentos cumbres y en otros, parálisis total del cuerpo con las pupilas dilatadas y el cerebro reventado de tanto estimulo. Fina, sofisticada y de excelente gusto.

El setlist de Korn fue de lo mejor, tiñió de nostalgia adolescente el ambiente y tal vez fue por ello que el público no respondió con la acostumbrada euforia. Un escenario típico que no necesitaba más parafernalia, ya que al contar con casi todos sus integrantes originales, llenaban por completo cualquier hueco. La voz fuera de serie de Jonathan Davis sigue sorprendiendo y está en uno de sus mejores momentos. Rolas como Coming Undone, Freak on the Leash y Shoots and Leaders, son recordatorios de la impresionante trayectoria musical e histriónica de Davis que al ser interpretadas, activan un chip de reacciones explosivas, que siendo fan o no, vives con intensidad.

 

Gran sabor de boca nos dejó la tajada melódica y bien amarrada de Stone Sour. La presencia escénica de Corey Taylor es tremenda y logró comunicarse con la gente de una manera distinta a la que conocíamos con Slipknot. Su entrega y energía son incalculables. Considero que el logro más sólido que este show nos dejó, fue el de no extrañar a los fundadores del festival en escena y recibir la buena carga de fresca adenalina que el estilo de Stone Sour nos tenía preparada.

 

No podemos dejar de mencionar la presentación de Anthrax, momento donde realmente se vivió la verdadera esencia del rock clásico en todo el festival. Un show sin pretenciones, genuino y poderoso en el que Joey Belladonna –que parece tener pacto con el diablo pues luce como un jovenazo en plena primavera de la vida- nos hizo como le dio la gana, merecía el Tecate Stage sin duda, pues el simple hecho de que esta banda sea una de las legendarias Big Four debió ser suficiente para ocupar un lugar principal.

 

De lo demás, destacó la actitud de Alexi Laiho durante su show ya que exigió que se mejorara el audio, además de enloquecer a los fans tocando las piezas más poderosas del Hatebreeder y Follow the Riper. También los veteranos Canibal Corpse hicieron su magia oscurona y cruda en el Tecate Stage con toda la actitud provocando los más chidos y brutales moshpits.

 

LO MALO

Aunque la distribución de los escenarios nos pareció de lo mejor en esta edición, lo cierto es que Day The Gusano Stage y The Maggots Stage no estaban lo suficientemente lejos como para evitar que el ruido se mezclara en ciertas ocasiones, además de que sus respectivos equipos de sonido lograron ofrecer una experiencia de calidad, situación que alcanzó a bandas como Periphery, que ni con toda su precisión y complejidad, lograron levantar a la gente. Otro factor que bajonea a la hora de ir a un Fest tan grande como el Knot, es no encontrar opciones de comida decentes. La verdad en eso si hubo un hueco importante. Tampoco podemos ignorar las condiciones terribles de los baños, que de por si son bastante incomodos. No había un filtro para hombres y mujeres, ni organización para las eternas filas.

LO FEO

Que se acortara el Fest a un día si fue algo que se resentimos muchos, ya que el año pasado el gusto nos duró bastante más, no sólo por la fortaleza de su Line Up, sino porque hubo espacios para que más bandas tanto nacionales como internacionales nos dieran a conocer sus propuestas y así, podemos acercarnos a nuevas propuestas y aumentar nuestro acervo musical. También fue feo ver que no se abren espacios para otras bandas mexicanas y que la única opción que se les da para tocar en el Knot es abriendo los escenarios. ¿En serio no tenemos más que a S7N, Here Comes The Kraken y Cerberus en México? Creo que todos los que estamos cercanos a esta escena, los hemos visto abrir innumerables conciertos y aunque su trabajo es respetable y de calidad, rifan un montón y consolidan sus carreras, creo que es tiempo de abrir una brecha e invitar a bandas de otros géneros metaleros que también toman la música con seriedad y se entregan tanto como los que asistimos y retribuimos con desmadre, aplausos y puños en el aire. La cosa triste que podría agregar es que tenemos que esperar un año completo para poder vivir otro KnotFest, que pese a las críticas seguirá jalando gente cañón.

Paramore se sorprende con luces tricolores

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VIVE LATINO LO VUELVE A HACER!!!!

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