Bullets N 'Cream: una banda rockanrollera a la vieja escuela.
“El rock no ha muerto”, frase que en un contexto cotidiano, podría convertirse en un rancio estatuto. Sin embargo, no es así cuando esta es proferida por una banda cuyos integrantes, en promedio rozan con esfuerzos la mayoría de edad.
Se trata de “Bullets N ́ Cream”, un grupo de cuatro adolescentes que recurren al inagotable y emancipador ritual de asirse en cuerpo y alma a una de las pocas plataformas que aún hasta el día de hoy logra despedazar las aburridas rutinas de la vida: el Rock n ́ Roll.
Santiago (voz y sintes), Mario (guitarra) y Emilio (bajo) comienzan en 2018 a dar forma a -riffs- y letras tan entrañables como despreocupadas, que con la adición de Bruno (batería) se consolidan como aquel ideal musical que por momentos parece tan ausente: canciones hechas y derechas.
“Rainy days” cuenta con las características necesarias que debe reunir el primer asomo hacia las fauces de ese monstruo llamado “industria musical”: guitarras rasposas, bajos inamovibles, sintetizadores fosforescentes y una batería que en su sencillez parece incontenible, más que acompañar, acorralan a una voz que, duplicada con coros femeninos incidentales, pierde el miedo a desgarrarse en frases que van zig-zageando entre la iniciativa y la desesperanza de un romance fúrico y veloz.
La canción, que siempre busca huir de cualquier posible atadura, fue producida por Gustavo Rosacruz, quien acompañado por Carlos Chandrum en la ingeniería de audio, permite que “Bullets N ́ Cream” se muestre sin maquillajes ni ornamentos, valor fidedigno al tan mentado estilo “Punk” y su orgulloso sucesor, el “post-punk”.
Por si fuera poco, “Rainy Days” fue masterizada en los icónicos estudios “Britannia” de “Texas”, “USA”, incendiando y sobre saturando todas las frecuencias audibles e inaudibles de esta primera canción, que inevitablemente provocará como consecuencia, la llegada de más temas, y en el mejor de los casos, de un álbum de larga duración de “Bullets N ́ Cream”.